El objetivo es aumentar las opciones terapéuticas a los pacientes psiquiátricos
El Servicio de Psiquiatría presenta a especialistas de todo el país esta experiencia pionera y muestra los avances obtenidos con el programa CARS para prevenir el suicidio
Santander- 16.06.2023
El Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) ha desarrollado el Programa de Depresión Difícil de Tratar (DTD), un proyecto que permite a los profesionales del área planificar, organizar y evaluar a los pacientes y sus tratamientos, y optimizar el proceso asistencial.
Este plan surge tras el éxito del Programa de Alta Resolución para el Manejo de la Conducta Suicida y Prevención del Suicidio (CARS), que se puso en marcha en 2016 y cuyos resultados están siendo muy satisfactorios.
Con motivo de la puesta en funcionamiento de ambos programas, el Servicio de Psiquiatría del Hospital Valdecilla y el Instituto de Investigación Sanitaria (IDIVAL), con el apoyo de Janssen, han organizado un encuentro entre profesionales de la Psiquiatría de toda España, procedentes de Navarra, País Vasco, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Andalucía y Baleares, para exponer los principales hitos logrados e intercambiar experiencias.
La Depresión Difícil de Tratar es una reconceptualización de la depresión resistente al tratamiento con un nuevo enfoque en el que, además de asumir las posibles limitaciones de las opciones terapéuticas, se incorporan nuevos planteamientos sobre tratamientos personalizados con una evaluación continua de la eficacia de los mismos y seguimiento directo y sostenido en el tiempo.
Este proyecto permite un rastreo pormenorizado del estado general del paciente. Primero se le recibe, se estudia y revisa el tratamiento que tiene pautado en ese momento y se realiza una evaluación de la idoneidad del mismo. Después, se plantea un tratamiento ad hoc.
Tratamiento directo y continuado y seguimiento personalizado de los pacientes
Las características principales del programa DTD son la intensidad y la frecuencia. Esto quiere decir que los pacientes que forman parte del programa tienen contacto directo y de forma continuada con los profesionales, lo que aporta mayor seguridad.
El programa está pensado para que los usuarios reciban asistencia ambulatoria y se eviten ingresos hospitalarios, lo que facilita que sigan en su entorno haciendo vida normal. “Lo interesante de todo esto es que los pacientes están en su casa, pero mantienen un control y un seguimiento muy estrecho dependiendo de cada caso. La respuesta de los profesionales es muy rápida”, señala el jefe del Servicio de Psiquiatría del HUMV, Jesús Artal, uno de los responsables del programa.
DTD permite un enfoque individualizado y de evaluación continua. Una vez que se dan los pasos iniciales, que se realizan de manera habitual, se decide qué otras acciones o tratamientos pueden ser beneficiosos para el paciente.
“Estudiamos cómo están funcionando los tratamientos y ponemos la lupa en localizar las causas de por qué no funcionan. Hay tratamientos de salud mental que no funcionan para todos los pacientes, de esta manera reevaluamos y añadimos nuevas acciones”, señala el médico del Servicio de Psiquiatría de Valdecilla Luis Gaite, que también participa en estos proyectos.
Tanto en DTD como en CARS es importante el funcionamiento de la historia clínica electrónica, ya que recoge toda la información relevante de manera pormenorizada para que los profesionales médicos que atiendan al paciente tengan una información detallada y puedan intervenir de manera adecuada.
El Servicio de Psiquiatría también está desarrollando el Plan de Seguridad Personal para la prevención de la conducta suicida, un planteamiento en el que los profesionales aportan herramientas a los pacientes con conductas suicidas para romper con ese tipo de pensamientos. “Cuando los pacientes están en tratamiento, les explicamos que tienen que tener un plan para cuando estén en sus casas”, señala Artal.
“Este plan –ha añadido el psiquiatra- se basa en una serie de requerimientos que deben seguir, por ejemplo, evitar tener a su alcance medicamentos u objetos con los que puedan hacerse daño, que sepan pedir ayuda o que aprendan a tratarse mejor a ellos mismos”.
La técnica se desarrolla en grupo. Cada persona crea sus propias armas, que son una forma de disminuir los riesgos, ya que ellos saben a qué persona deben recurrir o qué pensamientos tienen que evitar, “les damos un cubo de rubik y en cada cara sitúan sus requerimientos, cada cubo tiene un sesgo personal y ellos lo van estudiando”, matiza Artal.
Buenos resultados del programa CARS
Desde su puesta en marcha en el año 2016, el programa CARS ha cosechado muy buenos resultados. Este proyecto, pionero en nuestro país, ofrece una asistencia ambulatoria rápida, intensiva e integral en la red de salud mental.
CARS incluye la monitorización de la recurrencia de la conducta suicida durante los dos meses siguientes al episodio autolítico. La principal ventaja de este programa es la inmediatez, ya que la cita para un paciente del programa que presenta conductas suicidas se da a las 48 horas. Además, el programa avanza en evitar la dependencia y la cronificación, ya que su objetivo principal es que los pacientes no se alejen de sus entornos y que no tengan largos ingresos hospitalarios.
El programa es un paso para la monitorización intensiva, ya que los médicos pueden saber cómo están los pacientes que forman parte del programa de manera casi instantánea gracias a la APP CARS. De esta manera, los profesionales se ponen en contacto con los pacientes con riesgo de suicido, les hacen preguntas y a través de sus respuestas valoran el estado del paciente. Es una forma de que los pacientes también se sientan más seguros porque este sistema es recíproco y ellos también se pueden poner en contacto con los profesionales.