Cantabria Diario – Periódico de Cantabria
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha convocado este lunes 29 de abril una declaración institucional a las 12.00 horas desde La Moncloa, tras el período de cinco días de reflexión que Sánchez mencionaba en su «Carta a la ciudadanía» del pasado miércoles 24 de abril.
Durante estos cinco días, la incertidumbre ha sido la tónica general en España y a nivel internacional, al tratarse de la primera vez en la que un Presidente anuncia un período de espera para tomar una decisión tan trascendental como es la dimisión del cargo.
De fondo, el amor hacia su esposa y el «fango» en el que se ha convertido la política según denunciaba el propio Sánchez en su carta, tras la admisión a trámite de una farragosa denuncia contra su esposa Begoña Gómez, impulsada por el cuestionado pseudosindicato Manos Limpias. Una denuncia por presunto tráfico de influencias cuyo recorrido judicial parece muy corto, dada la escasa solidez de las acusaciones, basadas incluso en algunas noticias falsas sobre Gómez.
También de fondo, la reflexión sobre las noticias falsas y su estrecha vinculación con querellas interesadas, e incluso a veces con la extorsión, denuncias y «fake news» con las que a juicio del presidente se pone en marcha «la máquina del fango» para atacar a figuras políticas a través de sus familiares. Esta situación ha generado, durante estos días, algunas manifestaciones de simpatizantes socialistas ante la sede de Ferraz, en apoyo de Pedro Sánchez.
En el PSOE esperan «en vilo» el anuncio de Pedro Sánchez este mediodía para anunciar si dimite o no, y en este momento todas las opciones están abiertas: desde someterse a una Moción de Confianza; una dimisión de Sánchez en la que María Jesús Montero asumiría la presidencia del Gobierno, o una permanencia de Sánchez en el cargo, habrá que ver con qué argumentos.
Sánchez, durante estos cinco días, ha permanecido encerrado en La Moncloa y con contacto únicamente con unos pocos colaboradores muy cercanos aunque desde el PSOE han intentado transmitirle «energía positiva» para convencer a Sánchez de que «merece la pena» quedarse, y el Comité Federal del PSOE del sábado se convirtió en un acto monopolizado por los discursos de apoyo a Pedro Sánchez.