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El 10 de octubre se conmemora el ‘Día Mundial de las Personas Sin Hogar’ y desde la Asociación Nueva Vida se explica que Cantabria duplica la media nacional de personas sin hogar, con cerca de 600 hombres y mujeres en esta situación.
Cantabria ha pasado a ser la tercera comunidad autónoma con mayor índice de personas viviendo en la calle, solo por detrás de País Vasco y Navarra y alrededor de 570 personas se encuentran en esta situación en las calles cántabras, afectando en el 89,5% de los casos a hombres.
Nueva Vida apuesta por la ‘solución habitacional inmediata’, el apoyo psicológico y la formación para el empleo para combatir el sinhogarismo. La exposición ‘Invisibles’ se puede visitar hasta el 12 de octubre en la Casa de Cultura de Colindres.
Con 183 personas sin hogar por cada 100.000, Cantabria es la tercera comunidad autónoma con más hombres y mujeres sin hogar, según la Encuesta a las personas sin hogar del año 2022 realizada por el Instituto Nacional de Estadística. La región se sitúa solo por detrás de País Vasco, Navarra y la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Si bien en la encuesta precedente (2012), Cantabria se encontraba próxima a la media nacional
–con 82 personas frente a las 71 estatales-, actualmente duplica la tasa, situándose un 110% por
encima de la media española con 183 personas frente a las 87 a nivel nacional.
Así, se estima que alrededor de 570 personas se encuentran en esta situación en nuestra
región, 89,5% hombres frente a un 10,5% de mujeres. Cabe recordar que en este informe solo
se contabilizan las personas sin hogar de 18 o más años que han pasado por los centros asistenciales de alojamiento y/o restauración ubicados en municipios de más de 20.000 habitantes.
Campaña: ‘Cuando hay oportunidades reales, salimos adelante’
En torno al próximo 10 de octubre, ‘Día Mundial de las Personas Sin Hogar’, Nueva Vida apela al
mensaje: “Cuando hay oportunidades reales, salimos adelante”, que abarca acciones de
sensibilización e intervención como la exposición fotográfica ‘Invisibles’ o la distribución entre
las personas sin hogar de folletos informativos sobre los recursos existentes en la región para
atender su situación. Igualmente se ha distribuido cartelería en el Servicio Cántabro de Salud y
en las marquesinas de las paradas de los autobuses municipales de Santander.
Nueva Vida, que cuenta con el apoyo del ICASS del Gobierno de Cantabria, se inspira en el
concepto ‘Housing First’, una metodología implantada con excelentes resultados en Canadá y
Estados Unidos, donde la atención se centra en la provisión de un hogar como primer paso. A
partir de ahí, “se trabajan todos aquellos aspectos que sin techo son impensables: formación,
búsqueda de empleo, cuidado de la salud, etc.”, explica Julio David García Justamante, gerente
de Nueva Vida.
Y es que a nivel nacional, “en esta última encuesta del INE es muy significativo
que el 82% de las personas sin hogar señalan que necesitarían una vivienda o habitación para
poder salir de la situación en la que se encuentran y un 78% afirma que necesitaría un trabajo”,
añade, “de ahí que nuestro trabajo se centre en esa línea”.
La entidad dispone de un recurso de acogida con 16 plazas en el municipio de Renedo de
Piélagos, donde un equipo de profesionales realiza un apoyo integral e individualizado, otro con
8 plazas en Cabezón de la Sal –en el marco del proyecto ‘+Inclusión: Atención y alojamiento a
personas y familias en riesgo de exclusión en el ámbito rural’ de Fundación La Caixa- y 2 plazas
adicionales en Santander. En lo que va de 2023, Nueva Vida ha atendido en estos recursos de
acogimiento a 52 personas en situación de sin hogar (49 hombres y 3 mujeres).
De igual modo, Nueva Vida colabora en la intervención con personas en situación de emergencia
social en el Centro Municipal Princesa Letizia gestionado por el Ayuntamiento de Santander,
donde en 2022 se atendió a un total de 1.406 personas (1.238 hombres y 222 mujeres). El
objetivo último de este recurso es evitar que las personas en situación de emergencia social y
económica caigan en la exclusión.
Por ello, los más de 16 profesionales de Nueva Vida presentes en el albergue municipal tratan de organizar actividades formativas y de promoción del empleo, con el fin de generar oportunidades reales para que las personas que pasan por allí puedan salir adelante.
Exposición ‘Invisibles, hasta el 12 de octubre en Colindres
La exposición fotográfica ‘Invisibles’ sigue recorriendo Cantabria. En esta ocasión, y tras su paso
por los municipios de Santander, Castro Urdiales, Comillas, Quijano de Piélagos y Cabezón de la
Sal, la muestra se puede visitar hasta el próximo 12 de octubre en la Casa de Cultura de
Colindres.
Este proyecto de fotografía terapéutica impulsado por la psicóloga Andrea García Gómez
plantea un recorrido a través de la experiencia vivida por Ginés, Carlos y Adama, tres personas que durante una etapa de sus vidas se han visto afectadas por la falta de un hogar y obligadas a
sobrevivir en la calle. Casi medio centenar de fotografías, bajo la mirada de las propias personas
que han sufrido esta problemática en contextos urbanos cada vez más hostiles.
‘Diccionario de la calle’: Es una serie de instantáneas en las que Ginés describe diez conceptos
que, para él, explican lo que ha supuesto vivir sin hogar en el municipio de Astillero (Cantabria).
Así, el juego consiste en descubrir las diferencias entre lo que la lengua oficial define por algunas
palabras, como “vecinos” o “comida”, y la redefinición de Ginés, que nos permite explorar el
significado que puede tener lo cotidiano tras vivir una situación de vulnerabilidad.
‘Los lugares habitados’: Es un trabajo en el que se reviven los lugares por los que pasa Carlos cuando reside como persona sin hogar en la ciudad de Santander. En sus fotos nos encontramos paseando por las calles de la ciudad, que acaba por convertirse en un espacio diferente al que conocemos. A través de sus imágenes, podemos sumergirnos en esa otra cara de la capital cántabra: lo más hostil y lo más humano.
‘Deconstrucción del hogar’: Es una serie muy diferente a las anteriores, con un carácter conceptual. En este caso, Adama profundiza sobre el significado del “hogar”, cuestión que va mucho más allá de tener una casa en la que vivir. Con esta obra, también damos luz a todas aquellas personas que, más allá de carecer de un techo, ven especialmente limitado su acceso a los recursos.
La muestra, que se podrá visitar de lunes a viernes, de 10.00 a 13.30 horas y de 16.00 a 20.00
horas, incorpora la posibilidad de acceder mediante un código QR a una audioguía que ofrece
una experiencia más completa y cercana a las instantáneas que conforman el proyecto.
‘STOP Odios’, prevenir la aporofobia Concienciar frente a delitos de odio como la aporofobia es otra de las áreas que se trabajan y consideran fundamentales. En esta línea, la Asociación Nueva Vida lleva a cabo el programa de sensibilización sobre la discriminación y la prevención de los delitos de odio, mediante el cual se imparten los talleres ‘STOP Odios’, dirigidos a centros de Educación Secundaria Obligatoria y
Formación Profesional, y que se acaban de retomar coincidiendo con el inicio del curso escolar.
Durante las sesiones, los profesionales de sensibilización de Nueva Vida interpelan a los
estudiantes para que sean ellos mismos los que describan los principales delitos de odio como
la xenofobia, el racismo, la homofobia o la aporofobia, entre otros. Y es que, el 50% de las
personas sin hogar reconoce haber sido víctima de algún delito o agresión, siendo los insultos
y amenazas, robos y agresiones los más frecuentes.
‘Día Mundial de las Personas Sin Hogar’. Los nombres de estos testimonios son ficticios porque los tres hombres que han accedido a compartir su historia reconocen que el haber pasado por la experiencia de vivir en la calle les ha marcado y todavía, a día de hoy, sigue suponiendo un estigma que puede condicionar su estabilidad actual.
Testimonios de personas sin hogar en Cantabria
Mael (35 años)
Imagínate: te vas a otro país, 8 años sin ver a tu familia, sin abrazar a nadie…Y te
ves sin una casa, ni posibilidad de poder trabajar. Estaba enfadado con el mundo,
no quería conocer a nadie. Aunque daba gracias por estar vivo, porque hay gente
que quería llegar hasta aquí y no están, están muertos.
Llegué a la casa de Nueva Vida por Julio. Me dijo que podía vivir aquí hasta que
tuviese donde ir. Empecé a estudiar la ESO. Hice las prácticas de Auxiliar de
Tiempo Libre y comencé a ayudar a un señor mayor que no tiene a nadie y un
terreno que atender y muchos animales. Es como mi abuelo, ahora, me quiere
mucho.
También a jugar a rugby. Me han ofrecido varias veces ir a Francia o a otras
ciudades de España a jugar pero pendiente del pasaporte no he podido
planteármelo aunque sí me gustaría. Lo que es mi sueño de verdad, de verdad,
de verdad es hacer una asociación como Nueva Vida, o una escuela, pero en mi
país.
Mi “abuelo” español me dice: “La vida son 3 días. Futuro, presente y pasado”.
Ayer, es lo que tienes que corregir hoy para que no te vuelva a pasar mañana.
Porque, ¿qué es ser pobre? ¿Con qué naciste? Con nada. Cuando te vas, ¿qué te
llevas? Nada… Creo que lo que vale es el ser humano real.
Darío (24 años)
Hace tres años las cosas no me salieron muy bien y terminé durmiendo en un
sitio abandonado, aquí en Santander. En un determinado momento, cuando tú
crees que la vida no te puede ir peor que estar en la calle a mí me viene todavía
otra cosa más, un accidente. Y entonces pensé: ¿Ahora qué?
Me ingresaron en el hospital Valdecilla de urgencia y pude mejorar un poco. Por
no cumplir todos los requisitos que me pedían terminé otra vez en la calle, en
unas condiciones incapaz de cuidarme a mí mismo. Me hacía falta fisioterapia
para recuperar mi salud.Al día siguiente veo que me están llamando y contesto sin saber hablar castellano
y me habla un chico en mi idioma y me dice: “Somos de la asociación NUEVA
VIDA. Sabemos lo que te ha pasado y queremos ayudarte”.
Un día después me llevan a uno de los centros de la asociación, donde tuve una
cama y comida, y la ayuda más importante para mí en ese momento, la
fisioterapia. Conocí a personas muy amables y cercanas que me hicieron sentir
después de mucho tiempo que “tenía una casa”.
Durante el tiempo que estuve allí aprendí castellano, me recuperé
completamente, y llegó el momento de seguir mi camino, de valerme por mí
mismo. Las cosas mejoraron mucho. Me han seguido ayudando con problemas
sanitarios, administrativos y en la búsqueda de casa y trabajo…
Todavía hoy agradezco ese apoyo recibido porque ha sido muy importante para
reconducir mi vida y enseñarme a sacar lo mejor de mí.
No le deseo a nadie lo que yo he pasado pero en cada cosa que vivimos es
importante no parar y tratar de seguir y seguir adelante.
Andrés (22 años)
En Bilbao llegué a dormir con 50 personas en una misma habitación. Al ser menor
no tutelado, cuando cumplí 18 años tuve que salir del centro de menores de
Santander en el que estaba.
Estuve 4 noches en el albergue Princesa Letizia y a partir de ahí tres años viviendo
en la calle, en distintos sitios abandonados de la ciudad. He tenido que hacer
muchas cosas para sobrevivir. He tenido que robar alimentos, porque ha habido
días que no tenía nada, pero nunca he robado una cartera o un móvil a una
persona… La rutina de todos los días cuando estás en la calle es: ¿dónde voy a
comer? ¿dónde voy a cenar? Y acostumbrarte a la visita diaria de la Policía cuando
estás en un sitio abandonado, donde hay más gente como tú…
Supe de Nueva Vida a partir de la pandemia, cuando en el confinamiento me
ofrecieron ir a un albergue de emergencia en el pueblo de Solórzano. La
coordinadora de allí me dejó su contacto y ella me llamó después de unos días
para hablarme de la casa de Nueva Vida en Renedo, que allí podía tener cama y
comida y me podían ayudar.
Al principio fue difícil, me costaba hablar y relacionarme con el resto de personas
de la casa, pero me ayudaron mucho a aprender a leer y a escribir. Empecé a estar
más en la casa y el tener que hablar con los demás me ayudó mucho a aprender
el idioma. Y conocer a Adama fue un cambio para mí, digamos que me ayudó a centrarme.
Poco a poco me solté y ya no siento la rabia que sentía al principio,
era muy impulsivo, me enfadaba enseguida…
Llevo año y medio trabajando a media jornada. Ahora mi objetivo es encontrar
un trabajo a jornada completa, sacarme el carné de conducir y buscar una
habitación más cómoda que en la que estoy ahora, porque no tengo lavadora ni
cocina.
Yo intentó hablar con chicos que están en la misma situación en la que yo estaba
hace unos años, en la calle, y les aconsejo para que traten de aprovechar la ayuda
y la oportunidad de salir adelante.