El Ministerio está evaluando si esta política y la de asignación de asientos son ‘abusivas y desleales’ y vulneran la normativa de protección de los consumidores
En la imagen de archivo un avión en el Aeropuerto Seve Ballesteros
La Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador del Ministerio de Consumo está investigando a siete aerolíneas por cobrar a los usuarios por llevar equipaje de mano, prácticas denunciadas por FACUA-Consumidores en Acción ante el departamento que dirige *Alberto Garzón *en 2021.
Consumo también investiga otras irregularidades, como la imposición del pago de una tarifa a los pasajeros por elegir asiento para poder viajar juntos.
FACUA interpuso la primera denuncia ante el ministerio por el cobro del equipaje de mano en octubre de 2021, concretamente contra Vueling y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por este motivo, sin que ninguno de los dos organismos le comunicara ningún tipo de actuación al respecto.
La asociación también viene denunciando estas irregularidades desde hace cinco años ante diferentes autoridades autonómicas de consumo. Una de ellas es la Dirección General de Consumo del Govern balear.
Recientemente, este organismo se inhibió en favor del Ministerio de Consumo para que abriese expediente sancionador contra las aerolíneas, de forma que la cuantía de la multa sea
ponderada por los beneficios ilícitos obtenidos a nivel nacional.
El ministerio, tras constatar estos hechos tanto en Vueling como en otras aerolíneas, ha decidido por fin actuar y está estudiando si esta práctica comercial -junto con la de cobrar por la asignación de un asiento concreto- es abusiva o desleal y si contraviene, de forma generalizada, la normativa de
protección de los derechos de los consumidores.
El Ministerio de Consumo tiene potestad sancionadora desde mayo de 2022, como consecuencia de una modificación de la ley general para la defensa de los consumidores introducida a raíz de reivindicaciones históricas de FACUA y que trasladó al ministro *Garzón *como una de las cuestiones prioritarias en las políticas de consumo al inicio de la legislatura.
Qué dice la ley
En sus denuncias ante el ministerio y las autoridades autonómicas de consumo,
FACUA viene argumentando que el cobro por el equipaje de mano vulnera tanto la
legislación del sector aéreo como la de defensa de los consumidores.
Así, la asociación advierte de que incumple la Ley de Navegación Aérea, donde se
establece que «/el transportista estará obligado a transportar de forma gratuita
en cabina, como equipaje de mano, los objetos y bultos que el viajero lleve
consigo/«. Sólo contempla como excepciones «/razones de seguridad, vinculadas al
peso o al tamaño del objeto en relación con las características de la aeronave/«.
De igual forma, el artículo 82 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de
noviembre, por el que sea aprueba el texto refundido de la Ley General para la
Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, recoge
como cláusulas abusivas todas aquellas «/estipulaciones no negociadas
individualmente y todas aquellas prácticas no consentidas expresamente que
causen, en perjucio del consumidor y usuario, un desequilibrio importante de los
derechos y las partes que se deriven del contrato/«, así como aquellas que
«/limiten los derechos del consumidor y usuario/«, «/determinen la falta de
reciprocidad en el contrato/» y «/resulten desproporcionadas en relación con el
perfeccionamiento y ejecución del contrato/«, entre otras.
Según ha informado el Ministerio de Consumo en un comunicado, las compañías
aéreas podrían enfrentar multas de entre 10.000 y 100.000 euros -pudiendo las
cantidades sobrepasar estas cifras hasta alcanzar entre cuatro y seis veces el
beneficio ilícito obtenido o el 4% de su facturación anual-, ya que supondrían
una infracción grave de la normativa.
Por otro lado, el ministerio también investiga si dichas aerolíneas, con
prácticas como la segmentación de precios, habrían obtenido posiciones
privilegiadas en los motores de búsqueda y comparadores de vuelos /online/ con
precios muy inferiores a los que realmente termina pagando el consumidor en la
transacción final.