

Las brutales imágenes de la agresión a un menor con discapacidad motora en el IES Leonardo Torres Quevedo han dado la vuelta al mundo, generando una alarma en Cantabria que pone sobre la mesa el debate de la violencia en los menores.
Desde el entorno de la familia del menor agredido por otros cuatro menores se ha convocado una manifestación este viernes 28 de marzo a las 14:30 horas, frente a la entrada del IES Leonardo Torres Quevedo.
Las terribles imágenes del ataque, grabadas por otro estudiante y difundidas a través de redes sociales y televisión, muestran una escena de violencia, humillación y absoluta indefensión porque el menor agredido no puede hablar ni defenderse.
Desde la Asociación Cántabra Tolerancia 0 al Bullying se ha condenado rotundamente la agresión y se añade que las imágenes «son muy graves y atentan contra la integridad física y psicológica del menor, además de constatar un importante perjuicio para el desarrollo de la buena convivencia en el entorno educativo. Desde aquí, condenamos rotundamente los hechos e instamos a las autoridades educativas y judiciales competentes a tomar acción y sancionar adecuadamente» estos».
La organización especializada en el tratamiento del «bullying» explica que, desgraciadamente, los hechos acontecidos en este instituto de la capital cántabra «no son una excepción para la comunidad educativa. Se estima que entre el 10% y el 15% de los estudiantes son víctimas de violencia por parte de sus compañeros. Si bien los hechos relatados son de destacada gravedad, teniendo en cuenta las circunstancias del menor agredido, no son aislados y comparten trama con el desgarrador relato de una infancia y/o adolescencia marcada por la violencia escolar».
Educación activa el protocolo de acoso escolar
El consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva, manifiesta su condena “absoluta” y un rechazo “total” a la agresión sufrida por este alumno, y avanza que la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria ha abierto el protocolo de acoso escolar, que prioriza la atención de las víctimas manteniendo la atención en un caso que “requiere toda nuestra profesionalidad y atención”, ha puntualizado el consejero.
Al iniciarse un procedimiento por vía penal, incoado por parte de la familia, el expediente disciplinario se ha detenido. A pesar de ello la Consejería ha decidido activar el protocolo de acoso escolar para investigar este suceso y la situación previa a la agresión. Además, la familia ha sido recibida en el centro y se mantiene un contacto directo con ellos.
Entre las medidas preventivas del protocolo de acoso adoptadas se encuentran el acompañamiento del alumno a lo largo del día, dentro del marco de protección y seguridad, la supervisión del clima del aula evitando el contacto entre víctima y agresor, la colaboración familiar para informar sobre el estado emocional del alumno y los posibles incidentes y el apoyo individualizado para trabajar autoestima, bienestar emocional o relaciones interpersonales.