Miles de familias vulnerables quedan fuera de los estrictos requisitos de las Tarjetas Monedero e Ingreso Mínimo Vital, lo que genera severas situaciones de pobreza e incluso deudas a posteriori
Se cuentan por miles las familias, de uno o varios miembros, que han intentado acceder a recursos de ayuda básica como el Ingreso Mínimo Vital o la Tarjeta Monedero y que, por diversas barreras burocráticas, han quedado fuera y reciben la temida carta de denegación de la ayuda.
En otras ocasiones, lo que es incluso peor, habiendo recibido una pírrica ayuda pasados unos años hay miles de familias que reciben cartas reclamando la devolución total o parcial de las asignaciones recibidas. Estos requerimientos están generando una lógica angustia en familias o personas que, lejos de tener cuentas bancarias en paraísos fiscales, llevan una vida limitada a la pura supervivencia.
En el caso del Ingreso Mínimo Vital, la medida ha generado una fuerte polémica por haber llegado según estimaciones de colectivos de afectados a tan solo un 46% de las personas que tendrían derecho a recibirla, e incluso el problema se complica después de que la Seguridad Social esté reclamando miles de devoluciones de cobros presuntamente «indebidos».
Además, tras las medidas de emergencia lanzadas durante la pandemia por el coronavirus, miles de autónomos españoles se acogieron a las ayudas anunciadas por el Gobierno de España, para encontrarse cuatro años después con numerosos requerimientos para justificar o devolver los importes recibidos.
Para paliar de alguna forma esta situación, aunque sea recurriendo a entidades externas a las Administraciones, el Gobierno de Cantabria ha aprobado una subvención de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, a través del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), para el Banco de Alimentos de Cantabria.
Esta ayuda por un importe de 110.000 euros para el Banco de Alimentos de Cantabria tiene la finalidad de que la entidad adquiera alimentos de primera necesidad para su posterior reparto dentro de la Comunidad Autónoma a personas y familias en situación de especial vulnerabilidad y desprotección social.
“El Gobierno de Cantabria va a atender a las personas y familias en situación de pobreza material severa, que se quedaron fuera del programa de tarjeta monedero que diseñó el Gobierno de España”, ha asegurado la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Begoña Gómez del Río.
La consejera ha destacado la importante y solidaria labor que desarrolla el Banco de Alimentos de Cantabria para ayudar a las personas y familias más desfavorecidas, así como reconocimiento a su labor y al desinteresado apoyo y trabajo de sus voluntarios.
El Banco de Alimentos de Cantabria nació en el año 1994 gracias a un grupo de voluntarios y la organización en Cantabria pertenece a la Federación Española de Bancos de Alimentos, que nació en 1996 e integra a 54 entidades sin ánimo de lucro que tienen por objetivo recuperar excedentes alimentarios y redistribuirlos y entregarlos a las personas necesitadas a través de instituciones de servicios sociales.