Como cada 8 de marzo, la Plaza Mayor de Torrelavega ha acogido la lectura del Manifiesto del Consejo Municipal de la Mujer con motivo del Día Internacional de las Mujeres. La lectura la han realizado mujeres de diferentes sectores, al frente del acto ha estado la concejala de Igualdad Patricia Portilla.
Manifiesto del Consejo Municipal de la Mujer con motivo del 8 marzo de 2024, Día Internacional de las Mujeres.
«Como cada 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, el Consejo Municipal de la mujer de Torrelavega se suma a esta jornada en la que celebramos lo conseguido y reivindicamos todo aquello que nos queda por conseguir. Solo avanzando en igualdad entre mujeres y hombres, conseguiremos que nuestra sociedad avance de manera digna y justa.
El lema elegido por las Naciones Unidas ha sido “Invertir en las mujeres: acelerar el progreso”. No se puede progresar sin la mitad de la población, que son las mujeres, ni a costa de ellas. Tal como expresa Naciones Unidas, “la igualdad de género es el mayor desafío actual en materia de derechos humanos”. Además, “el progreso de las mujeres es un factor que beneficia a toda la sociedad”. El feminismo es una propuesta igualitaria y emancipadora que apela al conjunto de la sociedad. Es nuestro compromiso seguir impulsando los avances que consigan alcanzar una sociedad mejor, más equitativa, en definitiva, más democrática.
Las mujeres y hombres que hoy nos encontramos aquí, somos feministas y estamos además orgullosas de serlo y trabajar para crear una sociedad más justa y equitativa. Debemos invertir todos aquellos recursos que sean necesarios para convertir las reivindicaciones en realidades desde una gran mayoría social que arrincone a aquellos que quieren permanecer en el pasado e incluso niegan el exponente más salvaje del machismo, la Violencia de género, que muchas veces se encuentra más cerca de lo que imaginamos y que ha sesgado la vida de más de mil mujeres en nuestro país y ha dejado cientos de niños y niñas huérfanos.
Hace poco más de un siglo, un grupo de mujeres trabajadoras textiles se declaró en huelga en Nueva York para protestar por sus condiciones laborales inhumanas y exigir mejores salarios, horarios y condiciones de trabajo. Fueron apaleadas y encarceladas pero aquellos movimientos supusieron un antecedente importante para los derechos de las mujeres, cuya participación en la vida pública y la independencia económica son las claves para nuestra emancipación y libertad.
Hemos avanzado y lo celebramos. Celebramos participar en la vida pública y al fin tenemos más y mejor empleo y más estable. Pero tenemos que seguir reivindicando cuando 6 de cada 10 trabajadores que perciben el salario mínimo interprofesional son mujeres. Desarrollemos medidas que acaben con la brecha salarial se ven abocadas muchas mujeres y ayudemos unidos a que se rompan los techos de cristal o que la maternidad no penalice a las mujeres en el marcado laboral.
Seguimos siendo cuidadoras y destinamos de media al doble de tiempo a los cuidados que los hombres. Disponemos, por tanto, de menos tiempo para dedicarlo a la formación, al estudio y al empleo, pero también al cuidado personal o al ocio.
Las consecuencias de las desigualdades que sufren las mujeres en su vida laboral no se miden solo en términos de renta presente, sino que también condicionan las pensiones presentes y futuras. A pesar de que las mayores perceptoras de pensiones son mujeres, las perciben por relación familiar, es decir, pensiones de viudedad o de orfandad en lugar de pensiones adquiridas por derecho propio fruto de haber desarrollado una carrera profesional, como son las pensiones de jubilación o incapacidad que reciben mayoritariamente los hombres.
Somos también muy conscientes de las mayores dificultades que enfrentan las familias monoparentales (encabezadas en más de un 80% por mujeres); las mujeres rurales, con mayor dispersión de recursos y más dificultades de acceso a ellos; las mujeres con discapacidad, migrantes o las mujeres gitanas, atravesadas por diversas discriminaciones que aumentan su vulnerabilidad. Como cada año, queremos que nuestra voz sea la de aquellas que no pueden alzarla y hoy, más que nunca hablamos por ellas.
Reafirmamos nuestro compromiso con los derechos humanos de todas las mujeres y niñas, incluido el derecho a la igualdad, la autonomía sobre sus cuerpos y decisiones, y la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación basadas en el género.
Apostamos por el futuro y confiamos en las próximas generaciones de mujeres y hombres que serán los responsables de generar una sociedad más justa e igualitaria. Por ello creemos que se debe invertir en una educación de calidad que contemple la formación transversal en igualdad para niños y niñas en todos los ciclos educativos.
Hoy debemos exigir que desde las administraciones se implementen políticas y programas que promuevan la igualdad de género en el acceso a la educación, el empleo, la salud, la participación política y la toma de decisiones en todos los niveles.
Nos sentimos orgullosas de representar a Torrelavega en una reivindicación justa y necesaria para todas las mujeres y los hombres como lo es la reivindicación feminista. Nunca hubiésemos podido llegar hasta aquí sin todas las mujeres que nos precedieron y que lucharon por tener hijas fuertes, libres e independientes. Hoy más que nunca evocamos a esas mujeres que nos han hecho ser lo que somos. Políticas, científicas, maestras, limpiadoras, madres, hermanas y compañeras que hoy recordamos y reconocemos con orgullo.
El avance de la Igualdad es imparable. Por eso hoy apelamos también a las mujeres y hombres jóvenes a que nos acompañen en este camino por el que avanzaremos más rápido si lo hacemos juntos.
Por todo lo que llevamos recorrido, y por el camino que queda por hacer.
¡Sororidad hermanas, nosotras somos manada!
¡Qué viva el 8 de Marzo!
¡Que viva la lucha de las mujeres!»
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